sabiduría,
cuando la noche ya no me representaba
y los arboles asabanse al fuego.
Crujir de mi respiracion
cuando atormentado sentía tu presencia
inocencia que en los jardines trasluce tu flora.
¿Cuanto? ¿Dime donde?
preguntas absurdas
yo creí en ti,
sabiduría,
cuando la noche ya no me representaba
Amaba tu alma
Crujieron los pasos de esa melodía
que se toca solo los domingos.
mire precisamente los ojos y me vi
de tu mano,
soledad que me aclamas,
exclamas mi propio destino.
Cuanta fuerza de apretón cruzado
en la cotidiana verborragia,
yo creí en ti, sabiduría,
cuando la noche ya no me representaba.